La semana pasada leí un artículo donde el ex ministro de Trabajo, Jesús Caldera, afirmaba que las personas con discapacidad son los empleados que tienen menos bajas por enfermedad, “lo que demuestra su enorme responsabilidad y esfuerzo por superar la situación que padecen”. De esa manera animaba a los empresarios a contratar empleados con discapacidad y no por caridad, sino como trabajadores productivos adaptados a su circunstancia.
El citado artículo me hizo confirmar lo que ya sabía y es que es cierto que tenemos menos bajas, pero no porque no nos pongamos enfermos (nos ponemos y seguro que más veces que las personas sin discapacidad), pero valoramos tanto nuestro trabajo que hacemos hasta lo imposible por permanecer en él. Esta situación ahora se asemeja un poco a la de las personas sin discapacidad que con la crisis y el miedo a perder el empleo, también tienen menos bajas que antes.
Sin embargo, para las personas con discapacidad la “crisis” ha estado siempre y seguirá estándolo, ya que para nosotros es mucho más difícil encontrar un empleo acorde a nuestras necesidades, por lo que el tener siempre en mente esta condición nos hace valorar y aprovechar más las oportunidades laborales que el resto de personas.
Después del artículo venían algunos comentarios de personas, algunas estaban de acuerdo con lo que afirmaba Caldera y otros, los “retrógrados” como digo yo, estaban en desacuerdo y afirmaban que los trabajos para discapacitados son más “cómodos” y “bonitos” que el resto de trabajos para personas sin discapacidad y por eso hay menos bajas. ¡Cuánta ignorancia hay por el mundo! Ojalá las personas con discapacidad pudiéramos trabajar en cualquier empleo y así no estaríamos siempre preocupados pensando que no hay empleos acordes a nuestra necesidad o que no nos contratan por ser diferentes. A estos personajes les daba yo una discapacidad transitoria para que vieran lo que cuesta un peine y a ver si así seguían juzgando igual… ¡Qué difícil es ponerse en el lugar de otro!
Pero volviendo a lo que comentaba Caldera, mirando a mi alrededor puedo decir que lo que afirma es cierto, todas las personas con discapacidad que conozco desempeñan y han desempeñado su trabajo con mucho éxito, sin tener casi ninguna baja o incluso ninguna baja. Y en general, las empresas que contratan a empleados con discapacidad, aunque en un principio pueden hacerlo obligados por la LISMI, después afirman estar satisfechos con los empleados contratados, así que por algo será…
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