Aunque la tecnología ha tenido un gran impacto en la enseñanza y el aprendizaje, muchos cursos todavía se enseñan en el formato de clase. Tomar buenas notas y aprender a utilizarlas bien es una habilidad esencial para el éxito académico, lo que será de gran ayuda en un mercado de trabajo cada vez más competitivo. A decir verdad, las investigaciones muestran que los estudiantes que toman notas y las estudian cuidadosamente salen mejor en las pruebas.[1] Sin embargo, para aprender a estudiar las notas de clase se requiere de una buena organización y preparación, de manera que se pueda estudiar de manera eficiente y efectiva.
editarPasos
editarPreparación para la toma de notas en clase
- Desarrolla un sistema de organización. Un conjunto bien organizado de notas de clase es una de las herramientas más importantes en el arsenal para estudiar para un examen. Las notas dispersas, perdidas, incompletas y no secuenciales generan estrés y desperdician tiempo valioso que podrías utilizar para estudiar y no rebuscar. Aquí te presentamos algunas maneras de organizar las notas para evitar estas inconveniencias.
- Coordina por color las carpetas y cuadernos de cada curso. Por ejemplo, compra un cuaderno y una carpeta verde para ciencias, un cuaderno y una carpeta azul para historia, un cuaderno y una carpeta roja para literatura y así sucesivamente. En la primera página escribe el título de la clase y la fecha y comienza a tomar nota. Comienza cada clase subsiguiente en una página nueva y escribe nuevamente el título y la fecha. Si faltas a una clase, deja varias páginas en blanco en el cuaderno, pregúntale a un amigo o al profesor si te puede prestar esas notas e insértalas en las páginas en blanco.
- Otra manera de organizar las notas es comprar una carpeta espiralada de tres aros, hojas sueltas, separadores de materia y carpetas con solapa de tres agujeros para las impresiones y tareas. Para el primer curso, inserta muchas hojas sueltas, luego inserta una carpeta con solapa de tres agujeros y finalmente un separador. Repite lo mismo para el siguiente curso. Si tienes un horario con días alternados, compra dos carpetas de tres aros. Por ejemplo, coloca ciencias e historia en uno y literatura y arte en el otro.
- Si el maestro te permite utilizar una computadora portátil en clase para tomar nota, crea una carpeta para cada curso. Para cada clase, a) abre un nuevo documento y “guarda como” la fecha seguida por un título abreviado de la clase (hacerlo te ayudará al momento de estudiar porque podrás saber rápidamente cuál es el orden de las clases por fecha) o b) crea un documento de corrido, en el que coloques el título de la clase y la fecha al comienzo de cada lectura. Deja un poco de espacio entre las clases y agranda y pon en negrita la letra del título y la fecha de la clase, para que puedas ver fácilmente cuando comienza una nueva.
- Lee los materiales asignados antes de ir a clase. Leer antes de clase prepara todas esas redes neutrales de suma importancia, casi como realizar un calentamiento prepara el cuerpo para un entrenamiento extenuante. Te ayudará a comprender lo que hable el profesor, absorber y procesar más rápidamente el material adicional presentado y reconocer con más facilidad los puntos que son particularmente significativos (por ejemplo, cuando el profesor habla 10 minutos sobre la rana punta de flecha, no la salamandra moteada, en la clase sobre anfibios). Al leer, toma nota de aquellas partes que sean confusas. Busca términos con los que no estés familiarizado o que no se expliquen completamente en las lecturas. Genera preguntas para realizar en clase si no son esclarecidas durante el periodo de la misma.
- Algunos profesores utilizarán materiales disponibles en Internet, con la inclusión de conferencias, lecturas y recursos útiles. Si no aparecen en el programa de estudios, pregúntale al profesor cómo puedes acceder a estos materiales.
- Si el profesor utiliza medios electrónicos en la clase, pero no los coloca en Internet, pregúntale si puede hacerlo.
- Revisa las notas de clase anteriores. Antes de ir a clase, revisa las notas de clase anteriores para refrescar tu memoria sobre lo que se conversó la última vez. Anota cualquier pregunta que tengas y hazlas en clase. Revisar la clase anterior también te ayudará a seguir mejor lo que se presente ese día, en particular si las lecciones son acumulativas o se complementan recíprocamente. También te ayudará a escuchar de manera más activa, lo que es especialmente beneficioso en el campo de prueba de la retención y la memoria.
- Hacerlo antes de cada clase multiplicará el efecto y hará que todos los esfuerzos subsiguientes sean más fáciles.
- También posee el beneficio agregado de estar lista para el casi siempre inevitable y generalmente temido: ¡examen sorpresa!
editarUso de las 4 “R”: Revisar, reducir, recitar y reflexionar
- Revisar las notas de clase de manera estratégica. Aunque leer y releer las clases en un periodo corto de tiempo (a menudo el día antes del examen) es una práctica común, las investigaciones han demostrado que es una estrategia de estudio muy poco efectiva. Después de todo, la mente no es una grabadora de video.[2] Sin embargo, leer cada juego de notas de clase más de una vez es muy útil, si lo haces de la manera correcta. Existen dos maneras de obtener la mayor cantidad de beneficios al revisar las notas: dejar un espacio de tiempo entre estudiar y mezclar lo temas de estudio.
- Reparte el tiempo entre estudiar cada juego de notas de clase. Por ejemplo, lee las notas antes de las 24 horas de haberlas tomado. Si lo haces, retendrás aproximadamente el 50 % del material. Sin embargo, si esperas más de 24 horas, solo retendrás aproximadamente el 20 % del material.[3] Luego, espera otra semana o dos para leer las notas de clase de nuevo y así sucesivamente.
- Aunque esperar para releer puede sonar contradictorio (después de todo, ¿no te olvidarás de mucho al esperar?), los psicólogos cognitivos han descubierto que mientras más cerca estés de olvidarte del material, más cimentarás la información a la memoria a largo plazo por medio del proceso de reexposición y recordación.[4][5][6]
- Adicionalmente, lee las notas en voz alta. Esto convierte una actividad pasiva en una activa y crea enlaces auditivos en los caminos de la memoria.[7]
- Mezcla los temas que estudies. Digamos que has apartado dos horas de estudio al día. En lugar de utilizar toda una sesión de estudio para repasar las notas de una clase, utiliza media hora para estudiar una materia, media hora para estudiar otra materia y luego repite. Al mezclar los temas de esta manera se necesita de un tipo de recarga de información que obliga al cerebro a prestar atención a las similitudes y diferencias, un procesamiento de información de orden superior que lleva a una mejor comprensión y retención a largo plazo.[8][9]
- Parte del procedimiento de esta técnica de estudio es que tan pronto como comiences a sentir que realmente conoces el material, tienes que cambiarlo y trabajar en algo más por algún tiempo. Así que guarda el cuaderno azul y saca el rojo.
- Reduce las notas. El mismo día que tomes las notas, o poco tiempo después, resúmelas. Identifica los puntos, conceptos, fechas, nombres y ejemplos clave dados en la clase, escribe un resumen de las notas de clase en tus propias palabras. Escribirlas en tus propias palabras te obligará a flexionar los músculos en el cerebro. Mientras más los flexiones, más fuertes se volverán (el proverbio: “Si no lo utilizas, lo pierdes” es realmente cierto). Finalmente, apunta cualquier pregunta que hayas relacionado al material de manera que pidas más clarificación.[10]
- Otra forma de hacerlo es construir un mapa conceptual, el cual es un diagrama que te ayuda a organizar las notas de clase. Mientras más conexiones hagas entre los conceptos, es más probable que puedas recordar el material y comprender la “idea general”, un habilidad particularmente útil para las preguntas y exámenes tipo ensayo y los finales.[11]
- Importante: las investigaciones recientes han descubierto que aunque los estudiantes tienden a anotar más textualmente lo que el profesor dice cuando utilizan computadoras portátiles porque teclear es más rápido que escribir, los estudiantes que toman notas escritas comprenden y retienen más, porque al tomar nota a mano se necesita escuchar de manera activa y seleccionar lo importante para escribir.[12]
- Sin embargo, muchos estudiantes todavía escriben a mano todo lo que dice el profesor. Para promover la retención y eficacia al estudiar las notas, crea una guía de las notas. Esto hará que sea más fácil manejar tus abundantes notas y ayudará a mover de manera más rápida la información por esos caminos neurológicos y hacia la cementación, a través del proceso de exposición repetida.
- Recita la información de las notas. Revisa las notas, el resumen, mapa de concepto o guía por unos cuantos minutos. Luego, recita esta información en voz alta y con tus propias palabras. Hazlo durante 2 a 3 minutos y luego repite en intervalos de tiempo según las directrices del efecto de espaciado.
- Recitar es una de las maneras más activas para estudiar y aprender. Te ayudará a descubrir los vacíos en tu memoria y comprensión, a explicar las ideas y conceptos principales, a probar tu comprensión general y te ayudará a realizar conexiones entre los problemas.
- También puedes crear fichas didácticas y utilizarlas cuando recites. Toma un paquete de fichas de 7,5 x 12,7 cm o 10 x 15 cm (3 x 5 o 4 x 6 pulgadas) sin rayas y escribe palabras clave (nunca oraciones completas) o una idea, fecha, diagrama, fórmula o nombre principal y comienza a tratarlas en voz alta. Si las has creado en orden con, por ejemplo, la guía, mézclalas antes de recitarlas. Esto se basa en la idea de que mezclar la información obliga al cerebro a trabajar más fuerte y, por lo tanto, almacena la información de manera más segura.
- Reflexiona sobre las notas de lectura. La reflexión es el proceso de ponderar o sopesar profundamente sobre el contenido.[13] Debido a que somos más propensos a recordar cosas que podemos personalizar. Reflexionar sobre lo que hemos aprendido y cómo se relaciona con nuestras experiencias puede ser especialmente útil. Aquí te presentamos algunos ejemplos de las preguntas que te haces a ti mismo para mejorar el proceso reflexivo. Para obtener lo más que puedas de la reflexión, anota tus respuestas de alguna manera, ya sea con la escritura tradicional, la creación una guía, realización de un diagrama, grabación de un audio u otro medio.
- “¿Por qué son importantes estos hechos?”
- “¿Cómo se pueden aplicar?”
- “¿Qué más necesito saber para hacer que todas las piezas encajen?”
- ¿Qué experiencias tengo que se relacionen con esta información?”
- ¿Cómo se relaciona todo esto con lo que ya sé o pienso sobre el mundo?”
editarUso del autoexamen como un proceso de estudio
- Transforma las notas de clase en fichas didácticas. Los estudios han demostrado que los estudiantes que utilizan fichas didácticas para estudiar para los exámenes obtienen una nota significativamente mayor que aquellos que no lo hacen, lo cual las convierte en una manera económica de producir altos resultados.[14] Tendrás que comprar tarjetas de 7,5 x 12,7 cm o 10 x 15 cm (3 x 5 o 4 x 6 pulgadas) sin rayas y un lápiz, lapicero o marcador que no se muestre en el lado opuesto después de escribir. Comienza con escribir una pregunta pequeña en un lado de la tarjeta y la respuesta en el otro lado. Selecciona la primera tarjeta, lee la pregunta y respóndela. Voltea la tarjeta para ver si la respondiste de manera correcta.
- Mantén todas las fichas didácticas en una pila en lugar de separarlas en pilas más pequeñas. Al hacerlo, se inicia el efecto de espaciado, lo que mejora la memoria y retención.
- Después de haberlas repasado muchas veces en intervalos de tiempo espaciados, separa las tarjetas con las que aciertas constantemente y enfócate en las que no.
- Crea fichas de concepto de las notas de clase. Las fichas de concepto se diferencian de las fichas didácticas porque el enfoque no está en los hechos individuales, sino en la interconectividad de los hechos y las ideas, de los conceptos, y son especialmente útiles cuando te preparas para exámenes tipo ensayo y los finales.[15] Al igual que con las fichas didácticas, compra tarjetas de 7,5 x 12,7 cm o 10 x 15 cm (3 x 5 o 4 x 6 pulgadas) sin rayas y un lápiz, lapicero o marcador que no se muestre en el lado opuesto después de escribir. En un lado escribe la definición de esa palabra, sé breve, y enumera 3 a 5 conceptos relacionados a la misma. Utiliza las fichas de concepto para interrogarte a ti mismo sobre cada palabra identificada que escribiste en la parte delantera de las fichas.
- Los conceptos relacionados a las palabras identificadas pueden incluir ejemplos, motivos de la importancia de la palabra identificada, problemas relacionados, subcategorías y demás.
- Tanto para las fichas didácticas como para las fichas de concepto, consigue algunos estuches, portatarjetas o cajas archivadoras de fichas para almacenarlas. Los portatarjetas o estuches, en particular, vienen en una variedad de colores y se pueden combinar con los colores que elijas para las carpetas y cuadernos de las materias, si utilizaste ese método para organizar las notas.
- También puedes llevar uno o ambos juegos de fichas contigo y utilizarlos durante las pausas, como cuando esperas en la oficina del médico, mientras vas en el bus o entre clases.
- Crea autoexámenes de práctica con las notas de clase. El autoexamen es una de las estrategias de estudio más efectivas que puedes utilizar y se debe realizar regularmente. Este obliga al cerebro a recuperar información y fortalece los caminos neutrales hacia el almacenamiento de la memoria.[16][17] Con las notas de clase, crea preguntas en base al material de cada clase. Querrás crear preguntas de selección múltiple, preguntas de verdadero o falso, preguntas de sí o no, preguntas para rellenar y preguntas tipo ensayo. Deja a un lado la prueba de práctica por unos cuantos días, luego tómala y repite este proceso de manera periódica a lo largo del periodo para cada prueba.
- Por lo general, aunque no siempre, después del primer examen en un curso en particular, tendrás una buena idea del formato de prueba que prefiere y utiliza el profesor. Por ejemplo, si la prueba siempre fue de selección múltiple, considera crear más preguntas de selección múltiple con las notas de clase para ese curso.
- Cuando estructures las preguntas de la prueba de práctica, intenta anticipar y estructurar preguntas que podrían aparecer en un examen real. Busca en las notas relaciones de causa y efecto, ejemplos e hipótesis, definiciones, fechas, listas y diagramas.
- Después del primer examen, observa las preguntas que fallaste. Vuelve a las notas y mira si el material estaba en las notas. Tal vez estaba en el libro o tal vez estaba en las notas, pero no lo consideraste igual de importante como lo hizo el profesor, obviamente. Utiliza este conocimiento para ajustar no solo las pruebas de práctica, sino también la forma en la que tomas nota y estudias en general.
editarEstudiar las notas de manera activa con otros medios
- Trabaja con un compañero de estudio. Para enseñarle a alguien necesitas parafrasear y procesar de manera más profunda la información a medida que las pones en tus propias palabras, lo que las ingresa más a tu memoria y ¡lleva el estudio al siguiente nivel![18][19] Así que escoge una clase y revisa brevemente las notas respectivas. Presenta la clase a tu compañero de estudios y pídele que te haga preguntas para explicar puntos que tocaste en la presentación. Tomen turnos para hacerlo para cada clase a lo largo del periodo.
- Un beneficio adicional de esta estrategia es que será más probable que identifiques las áreas que inicialmente no considerabas particularmente importantes al estudiar, pero que reconociste luego cuando tu compañero de estudio las presentó. También te ayuda a rellenar los vacíos en las notas, cuando tu compañero de estudio presente algo que no habías apuntado.
- También pueden dedicar tiempo juntos (o separados) para crear pruebas de práctica para cada uno.
- Únete a un grupo de estudio. Esta no solo es otra oportunidad de comprometerte con estudiar las notas, sino también de a) rellenar los vacíos en las notas, b) revisar el material en las notas desde otras perspectivas y c) ganar conocimiento sobre la manera en la que otros abordan al estudio.[20] Una vez que hayan formado un grupo de estudio, designen un líder de grupo para que ayude a que el grupo continúe por buen camino y envíe recordatorios por correo electrónico. Decidan cuándo se reunirán, por cuánto tiempo y con cuánta frecuencia. Durante las reuniones, revisa tus notas y otros materiales con los miembros del grupo, de manera que puedas compartir información y resolver cualquier duda. También pueden tomar turnos para presentar el material y crear preguntas para las pruebas de práctica.[21]
- Algunas escuelas poseen sistemas de gestión del aprendizaje basados en el internet que le permiten a los estudiante inscribirse en grupos de estudio dentro de los cursos. Si esta no es una opción, conversa con el profesor sobre cómo facilitar la formación de uno. Si conoces a otros en la clase, pregúntales si les gustaría unirse.
- Un grupo de estudio debería tener de 3 a 4 miembros comprometidos. Demasiadas voces pueden crear caos y se trabajará poco.
- Tu grupo se debe reunir una vez por semana. Esto garantizará que no intenten meter demasiado material en cada reunión.[22]
- Estudia las notas por medio de la interrogación explicativa. La interrogación explicativa es una técnica que a) fomenta aprender y recordar por medio de realizar la pregunta “¿qué?” al leer el material y b) las investigaciones han demostrado que es un método de estudio más efectivo que aquellos que los estudiantes han utilizado religiosamente por décadas, como utilizar dispositivos nemotécnicos y resaltar.[23][24] Al revisar las notas, detente periódicamente y hazte una pregunta de “por qué” y respóndela. Estas preguntas pueden ser generales o específicas.
- General: “¿Por qué tiene sentido esto?” “¿Por qué es esto inesperado tomando en cuenta lo que ya sé sobre este tema?”.
- Específico: “¿Por qué las cosas se quedan en nuestra memoria a corto plazo por solo aproximadamente 18 segundos sin ensayo o revisión?”, “¿Por qué estofarse para las pruebas a menudo tiene como resultado notas más bajas?”.
- La técnica es tan efectiva porque te obliga a recurrir al conocimiento anterior, a pensar críticamente sobre la información, a realizar conexiones entre los dos y a responder en tus propias palabras. Puesto de manera simple, estos procesos ayudan a “cablear” la información en tu cerebro.
editarConsejos
- Al final del día, interactúa con las notas en tantas manera como sea posible. Cada interacción crea un recuerdo y mientras más variados sean los recuerdos, más fuertes serán.[25]
- Otra manera de hacerlo es estudiar en diferentes sitios. Nuestros cerebros reciben señales de nuestro entorno y luego forman asociaciones con lo que estudiamos. Al cambiar el lugar donde estudiamos, creamos más señales de contexto, o conexiones, al material. Esto se traduce en recuerdos más fuertes.[26]
- Asegúrate de estar en un buen estado mental cuando estudies las notas. Si tienes preocupaciones que te presionan y te distraen y sientes que tu mente divaga con regularidad, es posible que ahora no sea el mejor momento para estudiar. En realidad, es posible que sea una pérdida de tiempo.
- No esperes hasta el último minuto para estudiar las notas. Estofarse antes de una prueba depender de colocar las cosas solo en la memoria a corto plazo, lo que posee una capacidad muy limitada. Tal vez puedas responder correctamente una buena cantidad de preguntas al día siguiente (las investigaciones muestran que es más probable que sean las cosas que estudiaste primero y último), pero no las recordarás al largo plazo o cuando llegue ese examen final.[27]
- Asegúrate de estar bien descansado y alimentado. Si tu cuerpo no está en su capacidad plena, tampoco puedes esperar que el celebro lo esté. Esta es una de las razones por las que estofarse para las pruebas suele ser tan inefectivo, no duermes lo suficiente para desempeñarte tan bien como lo harías si hubieras dormido ocho horas.[28]
- Siempre toma nota cuando el profesor muestre películas o traiga visitantes a las clases, porque la información que se muestra o presenta a menudo aparece en los exámenes.
- Si quieres dibujar, haz ilustraciones codificadas por color para ayudarte a aprender los puntos clave. Por ejemplo, si aprendes sobre el cuerpo humano, puedes dibujar en rojo todas las partes que comprendan el sistema nervioso central, el sistema óseo en azul, el sistema muscular en verde y así sucesivamente.
- Finalmente, aprende de tus errores. Cuando te devuelvan las prácticas y exámenes, toma nota de las áreas en las que te equivocaste y busca en tus notas para ver cuáles son las áreas que te pueden haber faltado o que no consideraste tan importante como las demás al estudiar. Esto te dará ideas sobre en qué enfocarte para pruebas futuras.
editarReferencias
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Source: Wiki News
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