Como no todo puede ser perfecto, era de esperar que la visita del Papa Francisco a Colombia tuviera sus más y sus menos. Si bien deleitó a sus seguidores vistiendo las ropas típicas de los campesinos y dando un discurso en Medellín que reunió a más de un millón de peronas, también hubo algún que otro susto.
El Pontífice tuvo que ser socorrido por un accidente que le dejó el ojo izquierdo amoratado. Ocurría en la ciudad de Cartagena mientras saludaba a sus fieles en el Papamóvil. Amable como siempre y pendiente de todos se golpeó su ceja y pómulo izquierdos con el marco de vidrio del coche. Ocurría cuando el vehículo frenaba de repente sin dar tiempo de reacción.
Aunque se tocó la zona golpeada unos segundos, el Pontífice trató de disimular y siguió saludando a los feligreses y bendiciendo a los niños con la misma sonrisa y cariño. Sin embargo, el pómulo empezó a hincharse y sangrar levemente hasta amoratar.
El Papamóvil no parece traerle mucha suerte ya que este no fue el único disgusto que le dio el famoso vehículo. Un peatón estuvo a punto de ser atropellado por el coche del Papa en las calles de Villavicencio donde miles de seguidores le esperaban para saludarle y darle la bienvenida.
En realidad la culpa fue del feligrés que se echó a las calles de repente, se arrodilló frente al coche y alzó sus brazos suplicando. Al vehículo no le dio tiempo a parar y casi se lo lleva por delante. El conductor no pudo frenar y el hombre tuvo que apartarse para no ser atropellado.
El Papa se dio cuenta de lo ocurrido y estuvo pendiente de que el señor se encontrara a salvo y fuera de todo peligro. Por suerte, no resultó herido y la procesión siguió su camino.
Afortunadamente, su paso por Colombia tuvo más momentos buenos que malos y sus millones de seguidores recordarán esta visita como una experiencia inolvidable.
Source: Peopleespanol.com
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