Nuestros pies sufren a diario los daños provocados por calzados incómodos y apretados, el peso de nuestro cuerpo, largas jornadas de sedentarismo en la oficina.
Los cierto es que nuestros pies de cuando en cuando necesitan que les prestemos un poco de atención, las dolencias son muy molestas y pueden llegar a provocar cierto grado de inmovilidad sino hacemos nada para remediarlo.
En esta nueva tendencia de aprovechar los recursos que nos ofrece la naturaleza para abastecernos de cosméticos caseros, que colaboran con el medio ambiente y con nuestro bolsillo en un momento en el que el ahorro es esencial, vamos a dar algunas pautas para el cuidado de nuestros pies a través de los recursos naturales a nuestro alcance.
Estamos en verano, el agua del mar en nuestros pies tiene un efecto tonificante y relajante.
La arena de playa tiene un efecto exfoliante de durezas y células muertas y ejerce un potente efecto de reactivación de la circulación sanguínea.
El tratamiento termina con un masaje con una crema casera elaborada con miel durante media hora.
Aprovechemos los días de verano para dar un descanso a nuestros pies, nos sentiremos mucho mejor y además lucirán sanos y hermosos.
Foto: Google
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