Una de las fotografías más hermosas y a la vez más difíciles que Lindsey Brown, fotógrafa de Ohio, ha tomado en su vida fue la de dos hermosos gemelo, William y Reagan Brentlinger, ya que sabía que el primero tenía las horas contadas.
Cuando sus padres Lyndsay y Matthew esperaban la llegada de sus hijitos, los médicos les informaron que William tenía un problema cardíaco, por lo que quizás moriría dentro del vientre o al nacer. El bebé venció los pronósticos y nació vivo.
Mandy Edwards, una amiga de la familia, sabía que tenía poco tiempo para dejar un recuerdo hermoso de los dos hermanitos juntos, así que el mes pasado contrató a una fotógrafa para que los retratar y tener un recuerdo imperecedero. Aunque se le avisó con poco tiempo, al escuchar la conmovedora historia, Brown acudió a esta sesión tan especial: uno de sus fotografiados aunque acababa de nacer, se estaba muriendo.
“No podía creer lo perfectos que se veían”, Brown dijo a la CNN. “Los dos estaban en el rango de cinco libras cuando los fotografié”. Las fotos han sido compartidos por muchas personas en Facebook, como podemos ver aquí.
“No podía creer lo perfectos que se veían”, Brown dijo a la CNN. “Los dos estaban en el rango de cinco libras cuando los fotografié”. Las fotos han sido compartidos por muchas personas en Facebook, como podemos ver aquí.
“William estaba extremadamente alerta, como si estuviera tratando de asimilarlo todo, mientras la pequeña Reagan dormía y abrió los ojos poco”.
“Fue muy agridulce todo el tiempo que estuve allí”, dijo. “Ellos actuaron y parecían perfectos, literalmente NUNCA habrias sabido que algo estaba mal con Will”.
Poco después de su sesión fotográfica, William falleció. Acababa de cumplir 11 días de edad.
Source: Peopleespanol.com
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