A pesar de haber tomado caminos por separado, Geraldine Bazán y Gabriel Soto no pueden borrar sus diez años de amor y dos hijas en común de un plumazo. Es por ello que la cordialidad y el cariño están por encima del dolor o cualquier otro sentimiento negativo entre ellos y así lo hemos podido comprobar esta semana.
Con motivo del 43 cumpleaños del actor mexicano, su ex quiso tener un detalle con el que fuera su marido. La protagonista de 35 le sorprendió con una espectacular torta que hizo junto a sus hijas Elisa y Alexa Miranda. “Le hicimos un pastelito, le pusimos una velita y lo recibimos en la casa. Las niñas se fueron con él a celebrar. Pero no les dio tiempo de hacer nada con sus manos para regalarle”, explicó la protagonista de Por amar sin ley a Univisión Entretenimiento.
Por encima de ellos dos están sus dos princesas a quienes ver a sus papis felices y en calma les llena de ilusión. Es por eso que este pequeño detalle signifia todo un mundo para las pequeñas.
Desde que se separaran el pasado mes de noviembre, entre ellos no ha habido ni un mal detalle ni una mala palabra. Por el contrario, el respeto y aprecio mutuo ha predominado por encima de todas las cosas tras decirse adiós después de una década de amor.
La prioridad es y serán sus hijas. “Mis hijas son lo más importante y Gabriel y yo lo sabemos, a mí me impresiona la inteligencia emocional que tienen mis hijas, me siento tranquila, lo único que queremos es que ellas sean felices”, prosigue la intérprete. Con gestos tan generosos como el de la tarta no cabe duda de que lo serán.
Y es que, a pesar de que su amor no pudo llegar a más, saben que sus vidas siempre estarán unidas por este vínculo tan fuerte que crea tener hijos. “Siempre seremos una familia pese a cualquier circunstancia”, concluye Geraldine, quien luce estupenda. Una actitud que aplaudimos de corazón.
Source: Peopleespanol.com
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