Cómo sobrellevar la antipatía a tu alrededor

A todos nos ha pasado que al entrar en una habitación ya sea el primer día de clases, o tu primer día en el trabajo o en la presentación de un proyecto o hasta el simple hecho de entrar a un restaurante notamos cómo las miradas nos escanean y podemos distinguir a quién le caímos bien y a quién no, esto no es más que lo que conocemos como “primera impresión”. Sin embargo, el que esta situación llamada antipatía se mantenga sin motivo aparente puede desencadenar conflictos y llevar la relación a algo muy complicado.

Si vemos la otra cara de la moneda en donde somos nosotros los que hacemos conjeturas sobre “X” persona y la encasillamos en el “no la soporto” o “no puedo con él” cualquier comportamiento nos parece inadecuado y llegaremos al punto de que ni siquiera podremos estar en el mismo sitio que esa persona.

En este artículo queremos ayudarte a entender y mostrarte qué puedes hacer cuando te encuentres en cualquiera de las situaciones.

editarPasos

editarParte 1: Cuando tú eres el señalado

  1. Sé tú mismo. Primero que nada tienes que ser siempre tú, es imposible encajar cuando no te sientes cómodo con lo que haces o como te comportas. La estrategia no es hacer cuanta cosa se te ocurra para llamar la atención, más bien es no mostrar más de lo que debes para que siempre quede en el ambiente o en el grupo el interés de saber más de ti, todo esto bajo la lupa de la humildad.
  2. Mantén tus logros lejos de las relaciones interpersonales, deja que ellos brillen con su propia luz. No hay nada más hostigante que una persona que pase todo el tiempo diciendo lo bien que hace determinada tarea, o lo mucho que sabe practicar algún deporte o actividad. La principal causa de antipatía es muchas veces el ego con el que ciertas personas se reflejan ante otras. Deja que tus habilidades y actitudes se muestren solas y que otros las descubran
  3. Procura ayudar sin convertirte en empleado de nadie. Colaborar con tus compañeros es un signo considerable de solidaridad y es muy bien visto, demuestra una facilidad para trabajar en equipo y te permite sacar a flote esas habilidades que hablan bien de ti. No obstante, no es hacer todo el trabajo tú y cargar a los otros para quedar bien con ellos. Debe existir un equilibrio entre parásitos y compañeros de trabajo, solo tú puedes identificarlo y ajustarlo a las necesidades de todos.
  4. No dejes de brillar pero tampoco seas sombra para otros. Este punto no es tan sencillo de explicar. Muchas veces sin querer ponemos por encima de todo nuestra necesidad de brillar y hacemos que las personas a nuestro alrededor se vean afectadas, esto puede traducirse a entregar la tarea cuando nadie más la entregó, cumplir con una asignación que tu jefe encomendó a un grupo y que tú lo hagas solo o sola y te lleves todo el crédito. Es de entender que quieras tener un plus en tu situación de vida pero ¿a qué costo? Aquí nos referimos a uno de esos viejos dichos de los abuelos “Lo que das es lo que recibes” ¿Cómo te sentirías si fuera tu caso? Hay que comprender que en el ritmo de vida al cual estamos sujetos la vida en fraternidad es fundamental, el trabajo en equipo debe venir insertado en nuestro ADN, por lo que desarrollar malas relaciones interpersonales nos limita a quedarnos solos y esa no es una buena opción. Por lo tanto debemos aprender a priorizar cuándo intentar ganar una estrellita vale más que una buena relación con tus compañeros de clases o tu equipo de trabajo.

editarParte 2: Cuando tú señalas

Luego de autoanalizarte y saber que muchas veces tus actitudes son la causa de la mala percepción con la que los demás te miran, puedes entonces colocarte del otro lado y ver cuál es tu reacción ante otras personas con las que no sientes mucha cercanía.

Existen métodos u ejercicios para canalizar un poco la antipatía que sentimos hacia otros y uno de ellos se puede detallar en unos cuantos pasos:

  1. Primero, imagina a la persona por la que sientes antipatía
  2. Date cuenta si lo que la desencadena es lo que ves en esa persona o lo que oyes de él o ella.
    • Si lo que ves es lo que la genera, identifica si es algo en su rostro o en su cuerpo.
    • Si es lo que oyes de igual forma identifica si es el sonido de su voz o sus palabras lo que te altera.
  3. Tómate tu tiempo para pensar en las cosas que consideras negativas de esa persona.
  4. Después de lo anterior dirige tus pensamientos hacia qué o dónde te recuerda la acción o la forma de ser de aquella persona. ¿Qué te recuerda?
  5. Imagina dónde la ves, ¿está cerca o lejos? (este ejercicio te permitirá distinguir si tu antipatía se debe a algo que relaciona esta persona con tu pasado o si de verdad es una situación del presente).
  6. Luego de estos pasos intenta ver en perspectiva a las dos personas y distingue la acción que te hace sentir mal respecto a ellos.
  7. Sepáralos y enséñate a ti mismo que son personas totalmente diferentes y que ahora puedes intentar comprenderla y establecer una relación por lo menos cordial con ella. (Si al final del ejercicio aún sientes el mismo nivel de antipatía, realiza los pasos otra vez hasta que logres disminuir la tensión que ejerce esa persona sobre ti.)
    • Estos ejercicios además de ayudarte a conocer tu frustración te ayuda a conocerte a ti, te permite identificar situaciones que en el pasado te afectaron y que hoy aparecen en tu futuro y que pueden dañar tus relaciones interpersonales.
  8. Practica la “empatía”. En términos simples la empatía es la capacidad de conocer, comprender y compartir los sentimientos de los demás. Para muchos es complicado, dicen que la habilidad para ser empático forma parte de la propia personalidad, pero como todas las habilidades, también puede y debe adquirirse y perfeccionarse.
    • Cuando una persona empieza a preocuparse por los demás y a ser mucho más atento a las situaciones de otros, comienza a respirarse otro aire. Todos empiezan a relajarse poco a poco y esa tensión típica de la antipatía comienza a disminuir. Sin embargo, hay que cuidar los consejos que das, evita juzgar, no relativices el problema de otros y simplemente comprende la realidad de los demás.
    • En conclusión, no hay fórmula para acoplarnos en todo. Sin embargo, todos entendemos un mismo idioma…”la afectividad”. Trata como te gustaría que te trataran, cosecha tus éxitos con humildad y siempre ayuda a los demás, no te garantizamos 0% de antipatía de ambos lados pero vivirás mucho más calmado y te sentirás mejor contigo mismo. ¡Inténtalo!

Source: Wiki News

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